Sanando Tu Espíritu – Serie #2 de 9

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“El placer del gozo perdurará en tu interior todo el tiempo que tu lo desees, pero se alejará de ti en el momento que decidas rechazarlo” Pensamiento – Por: Millie Narvaez

Una de las experiencias más grandes con la que nos podemos enfrentar, es tener que expresar gozo en medio de la tristeza. Todos enfrentamos situaciones capaces de turbarnos y tal vez de rompernos el alma. Es posible que una flecha atraviese nuestros corazones al punto de partirlo en pedazos.

Tenemos opciones en nuestras manos que van a ser cruciales para sobrellevar el gozo en medio de circunstancias difíciles. Las noticias y situaciones de nuestro diario vivir pueden producir gozo o al contrario pueden provocar tristeza.

Pienso que de alguna forma todos somos llamados a experimentar lo que es el gozo. El gozo lo podemos experimentar en forma de emociones, como también lo podemos hacer un estilo de vida. Como mencioné en el pensamiento, puede ser posible que nuestras actitudes puedan alejar el gozo de nosotros.

El gozo, lo asociamos con fiestas y emociones. Pensamos que es el producto de una riza y a lo mejor es cierto que el gozo produce risa y felicidad, pero no todo el tiempo es una risa, la que se muestra en nuestro rostro, también el gozo se siente y se refleja en nuestro interior.

El gozo desaparece cuando se presentan heridas que se profundizan en nuestro interior y producen vacío que termina contaminando nuestro gozo.

La Palabra De Dios está repleta de textos e historias que pueden transformar la tristeza en gozo. Permíteme compartir por lo menos 3 textos bíblicos, que muestran a un hombre que tenía una relación íntima con Dios y que fueron utilizadas para conectarse con el Señor, confiando en su respuesta:

• Salmos 5:3 – Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
• Salmos 16:11 – Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
• Salmos 88:2 – Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oido a mi clamor.

Una relación íntima con Dios sin duda alguna cambiará nuestra tristeza, llanto y sufrimiento en gozo. Confiar en Dios es el arma más poderosa que tenemos para combatir todo impedimento en contra de el gozo. Alcanzar la sensación de su presencia, cambiará nuestra actitud radicalmente, provocando seguridad y control de nuestro gozo.

Cuando sientas heridas profundas, vacío o que tu interior está contaminado por falta de gozo, cambia tu forma de pensar y comienza por abrazar al gozo, entrando en comunicación con El Dios todopoderoso y confiando que recibirás respuesta. Entrega tu tristeza y disfruta el gozo.

Hemos sido llamados para ser felices. Tenemos que tener en claro que no podemos vencer nada por nuestras propias fuerzas. Rendirte a Cristo trae descanso y gozo a nuestro ser.

Oremos:

• Padre estoy delante de tu presencia agradecida (o) por todo lo que haces en nuestras vidas.
• Te doy gracias porque escuchas mis lamentos y peticiones.
• Te doy gracias porque aunque no te veo, sé que tu siempre estas cerca de mi y nunca me abandonas.
• Te pido Señor que mantengas el gozo dentro de mi aun en medio de circunstancias difíciles, que aveces yo no tengo el control para resolverlas.
• Ayúdame a depender de ti y de tu poder atreves del Espiritu Santo a quien reconozco como mi Consolador.
• Te doy gracias por todo, En El Nombre de Jesus.

AMEN