“El Fruto del Sembrador”
El sembrador, como todos sabemos es una persona que siembra. Muy sencillo ¿Verdad? Muchos de nosotros de alguna forma, hemos participado en la siembra. Algunos lo hicimos dirigidos por abuelos, padres o a lo mejor, hemos formado parte de programas de siembra.
Este antojito de hoy, deseo dedicarlo a tres personas que de alguna forma influyeron en la inspiración del mismo, sin dejar de reconocer el Poder del Espíritu Santo, quien siempre provee el ingrediente esencial de cada receta.
- A mi tío Sixto Caro, quien de alguna forma, nos demostró lo que es el trabajo y la siembra. Mi tío siempre se dedicó a el cuido de la tierra y fue un ejemplo de abrazar la naturaleza de la tierra. La cuidaba, la podaba y mas aún, amaba la siembra. Lo más que me impresiona es su amor y pasión por la tierra. Como todo boricua, repartía a la familia y vecinos parte del fruto de su pasión.
- A mi hermana Gladys Alejandro, que las veces que platicamos, me habla de la siembra de arboles de limones, gandules, las sabrosas calabazas (me encanta la calabaza). Lo mas que me llama la atención es el amor que ella y su esposo Toni, ponen en el proceso y la pasión con la que lo hacen. Y lo grandioso de todo es que es una felicidad para ellos ver los frutos, disfrutarlos y como la mayoría de los boricuas al igual que mi tío, es “compartir con los familiares y vecinos”
- No podía dejar a tras a mi sobrino Joaquin Gonzalez (Juni). Este joven me inspira y me hace soñar con sus videos de su siembra. Lleva mi pensamiento a la niñez, el poder ver la siembra de las plantas de guineo y plátanos o de ver hiervas aromáticas que le dan un toque especial a los alimentos. En él hay una pasión y una meta. Su meta es llevar manjares deliciosos a las mesas de personas, para que lo disfruten y satisfagan su paladar. También tiene amor y pasión por lo que siembra y sé que espera con gozo el fruto de su esfuerzo.
Yo conservo en mi memoria, de una forma muy agradable, los momentos de siembra con mi abuelo y mis hermanas. Recuerdo que no existían carreteras, sino caminos de piedras, tierra enlodada y muy reducido, lo que no permitía llegar muy lejos a obtener alimentos.
Recuerdo también que el lugar donde mi abuelo adquiría los alimentos era muy lejos, por lo que a mi entender, había que comprar en grandes cantidades, por que no se podía ir tantas veces a el almacén por víveres. Te aseguro que si se olvidaba algo tenia que esperar, “hasta la próxima”, en otras palabras, no habia vuelta atras.
Mi abuelo, fue un hombre maravilloso, a lo mejor no muy afectuoso, pero sí, muy trabajador. Fue él, quien nos instruyó sobre la siembra. No tengo muchos detalles en mi mente, pero si recuerdo que mis hermanas y yo, formábamos una fila para el proceso de la siembra. Nos seguiámos por todo el terreno, cumpliendo con la labor asignada.
Recuerdo que yo cargaba las semillas y las iba depositando en cada hoyito, que mis hermanas iban creando. Me daba mucho gusto hacerlo, aunque terminábamos cansadas, pero satisfechas.
Sembrábamos los famosos “gandules” puertorriqueños, habichuelas, maíz. Recuerdo que contábamos con arboles de café, toronjas, chinas, cocos, guayabas, mangó, y tantos más frutos. Ahora que medito, sinceramente teníamos una “alacena natural”. Si nos daba hambre, solo estirábamos las manos y podíamos alcanzar muchos frutos. Sé que te acabas de transportar a aquellos hermosos tiempos y van a activar tu memoria. Tiempos maravillosos!
Todo tenia un proceso y una espera, antes de llegar a la mesa. Lo que puedo admirar ahora, es que fué un proceso compuesto de una familia en unidad creando un compromiso. El valor de aquel esfuerzo, sin duda alguna daría frutos.
La satisfacción más grande, la recibíamos de parte de la abuela. Era ella quien nos servía, la ricura del fruto. Daba gusto disfrutar “un asopao de gandules” o un arroz blanco con habichuelas. “Nada como la comida de la abuela”.
El día de hoy deseo compartir una receta muy agradable que todos debemos consumir, para ser buenos sembradores y cosechar buenos frutos.
Todos deseamos traer buenos alimentos a nuestra mesa y de alguna forma nos esforzamos por traer la mejor calidad y sin duda alguna nos fijamos en la frescura del producto.
Nosotros todos tenemos un compromiso de sembrar y llevar buenos frutos a todo el mundo. Lamentablemente nos desenfocamos y de alguna forma compartimos frutos que hieren, intoxican o que producen malestares, los cuales terminan contaminando el alma de seres queridos, amistades y aun desconocidos.
Quiero aclarar que todos estos antojitos que traigo a tu mesa, no son en ninguna manera con la intención de juzgar a nadie, ni nada por el estilo. Esto me ha sido dado “para aliviar tu alma” y al mismo tiempo la mia. Las personas que nos dedicamos a llevar mensajes, somos los primeros que estamos en este proceso. “No podemos dar lo que no tenemos”.
La Palabra De Dios dice en Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
Dicho esto deseo compartir el significado de “Sembrador”, según La Real Academia Española. Una de las definiciones es [Que siembra]. La segunda definición me llamó muchísimo la atención y es la que deseo tomar en cuenta el día de hoy para este antojito, [Recipiente hecho de calabaza o de cáscara de coco, que se lleva atado a la cintura con una cuerda y contiene las semillas que se van a sembrar.
WOW! Sinceramente me atravesó el alma. Esto me llevó inmediatamente a la Palabra De Dios con respecto a la armadura dada a sus hijos, en el libro de Efesios 6:13. Primero nos dice [Por lo tanto, tomad toda la armadura De Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
En el versículo 14 encontramos el ingrediente especial de este antojito de hoy, [Estad firmes, ceñidos con la verdad…..]
La verdad, que es el cinturón que usaba el sacerdote como vestimenta antes de entrar al tabernáculo y así mismo el cinturón de un soldado en su armadura, significa “La Palabra De Dios”.
En estos tiempos de tanta necesidad de alimentos y refrigerios, no hay nada mejor que podamos digerir sin que nos haga daño, que su Palabra. Mateo 4:4 nos señala [El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.
Amados mis, El Señor, no ha quitado su mirada de nosotros. El espera que hablemos de su Palabra y que su “Verdad”, llegue a la mesa de todo ser humano. Es necesario que pongamos en orden los utencilios y los alimentos que necesitamos para preparar “El Plato de la Verdad”.
Permíteme entonces compartir la receta y los ingredientes para el día de hoy:
Ingredientes (herramientas) para “Sembrar” que necesitamos para ser de bendición a otros.
- Sabiduría – Este ingrediente es muy necesario, por que nos garantiza una ayuda segura. Cuando no contamos con la sabiduría, usamos las semillas incorrectas y nos exponemos a obtener frutos inesperados y amargos. El sembrador debe anhelar sabiduría para cosechar buenos frutos.
- Enseñanza – Este ingrediente activará el deseo de seguir repartiendo semillas y tiene el poder de crear frutos muy eficientes en este caminar. Su consumo produce crecimiento y madures para tu caminar.
- Mensajes – Dios escoge sembradores, que han sido asignados para repartir buenos frutos a los demás. Examina y toma lo bueno y desecha lo que no hace buena digestión a tu alma.
- Biblia – La Biblia es el ingrediente universal del sembrador. Es capaz de quitar la sed y saciar el hambre de cualquier persona. Está llena de muchísimos ingredientes orgánicos que jamas harán daño al cuerpo, ni a tu Espíritu. Contiene alimentos esenciales que usamos diariamente: el pan que da vida, la sal para sazonar tu alma, la miel para endulzar tu mente, entre muchos otros. También tiene un ingrediente que lo consideramos muy esencial en la comida, ¿Sabes cuál es? Seguro que sí sabes, “el aceite”. El aceite en esta receta significa el poder del Espíritu Santo en tu vida. Anhela el aceite para que la manifestación del Espíritu Santo opere en ti y puedas ser transmisor de su Palabra.
- Recibir – Es muy importante desintoxicar nuestro cuerpo para que estos alimentos produzcan frutos de bendición a nuestras vidas y a los demás. La mejor acción que debemos tomar es ACEPTAR a CRISTO en nuestras vidas. La SANGRE de CRISTO es la UNICA que puede limpiar nuestro interior y puede purificarnos. La SANGRE borra todo pecado y perdona todos nuestros errores. Lo mejor de todo es que mientras te mantengas agarrado de esta preciosa SANGRE jamas te has de intoxicar. No importa el alimento que consumas SU SANGRE te mantendrá puro.
- Alcanzar – Luego que hayas aceptado el reto de limpiar tu interior, no temas en pasar la receta a los demás. Sé, parte de la bendición a otros. ¡No te detengas!, ¡Come hasta saciarte y dale a los demás! La recompensa es enorme y ya no vas a depender de medicamentos para estar saludable, por lo que los demás van a recibir, lo que por gracia tu has recibido.
- Rodillas – Nunca te olvides de sembrar una semilla que siempre ha creado muchos frutos. La semilla de las rodillas provoca Que el corazón De Dios a accione a favor de las almas. Las rodillas son también un ingrediente muy esencial para acercarte a los pies del maestro. Las rodillas provocan lágrimas, que sin duda alguna conmueven el corazón De Dios.
Ahora que ya tienes las semillas que necesitas sembrar, seguimos con las instrucciones que el “Sembrador” debe seguir para que produzca un buen fruto:
- Santificación – Cuando queremos incorporar a nuestra receta la santificación, tendemos a confundirla y la tomamos de una forma incorrecta, lo que no permite que tenga el resultado correcto en nuestra receta. Este ingrediente es importante porque es necesario que el sembrador se separe a planificar su siembra. Una siembra donde se espera buenos frutos, debe separarse a hablar con Dios. Es muy necesario intimidar con Dios para que la siembra produzca magníficos resultados.
- Empezar – Puede ser que muchas recetas no produzcan resultados en el primer intento. Puede ser, que en algunas ocaciones, nos fallen y haya que empezar de nuevo. Nunca es tarde para empezar de nuevo o para recapacitar y enmendar nuestros errores. Al final de todo, aun que la receta se dañe, solo necesitamos tener la disposición de tratarla otra ves.
- Milagros – Un buen sembrador, debe tener la certeza de que su receta va a quedar exquisita y que va a producir un gran efecto, en todos aquellos que la consuman. Tiene que tener la expectativa de que todos van a quedar con el deseo de comer más. Una buena semilla produce Milagros que transforman y dan testimonio del Poder De Dios. El efecto de los milagros debe seguir a todos los sembradores.
- Bendiciones – Buenas semillas en terreno fértil, también producen frutos que agradan al consumidor. Las bendiciones forman parte de una receta muy bien preparada. Los resultados son extraordinarios.
- Rompimiento – Aveces fallamos en algunas recetas, por el mero hecho de que tratamos de eliminar alimentos, que forman parte esencial de esta receta. Por lo general son costosos, o no nos esforzamos por buscarlos. ¿Verdad que sí? ¿Cuántas recetas terminan sin el sabor deseado, por falta de un ingrediente? “Seguro que si” Yo he formado parte de esa decisión y créeme, eché a perder la receta. El sembrador necesita romper con todo lo que pueda echar a perder la receta. Necesita escudriñar cada semilla que está en la mesa antes de sembrarla. Rompamos con todo lo que impida que seamos buenos sembradores.
- Amar – Como siempre menciono en todas las recetas, Amar es el ingrediente universal de todas las recetas. Amar es la sal que nunca debe faltar en la mesa. Ama y serás amado. No falla en todas las recetas. El sabor es agradable al paladar y produce sanidad interior. Por favor imagínate que estas en el “Buffett” y come de este ingrediente hasta saciarte.
- Dieta – De ves en cuanto es muy importante que incluyas en esta receta una dieta muy estricta que consiste en poner a reposar los alimentos a lo mejor 8 horas o a lo mejor un día. Probablemente dos o tres días. Esto traerá respuestas y un buen sabor de boca a tu paladar. Muchas veces el Señor nos llama y nos da las instrucciones para esta dieta y lo que sucede es que perdemos el sabor final de esa receta. Yo soy testigo de lo agradable que es poder ser parte de esta dieta. Los resultados son impresionantes y difíciles de explicar, pero reales. Ayunar produce fe y regresa envuelto de grandes resultados.
- Orar – El sembrador, jamas debe salir al campo sin este ingrediente. Este ingrediente debe estar amarrado al cinturón y no puede soltarlo jamas. Un buen fruto dependerá grandemente de esta semilla. No hay forma de completar la receta sin esta semilla. Así que sembrador, no salgas a sembrar sin haber amarrado fuertemente la oración a tu cintura.
- Raíces – Sembrador, es necesario que estes preparado para cosechar tus frutos. De pronto vas a tomar los frutos, se soltarán muy fácilmente y disfrutaras el poder tomarlos y llevarlos a la mesa. Pero es necesario que estes preparado, ya que habrán frutos por los que vas a necesitar tus herramientas para poder arrancar sus raíces. Es posible que hayan raíces de mucho tiempo o raíces que quedaron enterradas profundamente. Prepárate con los ingredientes correctos, pues te van a hacer falta para desenterrar esas raíces y poder limpiarlas profundamente.
“CADA PLANTA Y CADA FRUTO ES IMPORTANTE EN LA VIÑA DEL SEÑOR”
Bendiciones y disfruta este “Antojito”