“Tócale el Manto”

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Hoy quiero compartirles un alimento que les produce fe y nos despierta un apetito tan grande para desear, acercarnos a nuestro proveedor. La fuente de alimento mas grande que tenemos viene De Dios por medio de su hijo Jesucristo.

Este hermoso y poderoso manjar se encuentra, en La Palabra De Dios. En Lucas 8:43-48 (De la versión NVI) encontramos una historia muy impresionante, que me conmueve a fe y de alguna forma me hace temblar.

⁴³ Había entre la gente una mujer que hacía doce años que padecía de hemorragias,^[c] sin que nadie pudiera sanarla. ⁴⁴ Ella se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, y al instante cesó su hemorragia.

⁴⁵ —¿Quién me ha tocado? —preguntó Jesús.

Como todos negaban haberlo tocado, Pedro le dijo:

—Maestro, son multitudes las que te aprietan y te oprimen.

⁴⁶ —No, alguien me ha tocado —replicó Jesús—; yo sé que de mí ha salido poder.

⁴⁷ La mujer, al ver que no podía pasar inadvertida, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.

⁴⁸ —Hija, tu fe te ha sanado —le dijo Jesús—. Vete en paz.

No hay forma que nosotros podamos evitar tantas situaciones que vienen a nuestras vidas diariamente. Empezamos el día probablemente orando e intercediendo por el día que vamos a comenzar. A lo mejor nos llama la atención la televisión, para enterarnos que está sucediendo a nuestro alrededor o simplemente nos preparamos para emprender nuestro viaje del día hacia nuestro destino rutinario.

Podemos pasar un día magnifico, feliz, triste o a lo mejor te encuentras en medio de una situación, por la que jamas imaginaste con lo que te ibas a enfrentar este día. Vivimos un día a la ves y nadie sabe que nos espera.

Lo más seguro y sin duda alguna vivimos con expectativas que van de alguna forma a hacer un efecto en nuestras vidas. Muchos podemos tener grandes expectativas o por el contrario, lamentablemente podemos comenzar el día con un “saco de quejas” en nuestra espalda que nos tiene doblados y aun así, nos pesa tanto pero no lo soltamos. Es increíble pero tan cierto.

¿Por qué esta historia? o ¿Por qué este manjar? Muy sencillo, es una historia que duele pero despierta. ¿Cuántos de nosotros?, pasamos por tantas situaciones y las seguimos repitiendo y repitiendo. Pasan los años y nosotros todavía repitiendo la misma historia sin tratar de insistir por una respuesta.

Esta es la dulzura de este manjar. Una mujer enfrentando un problema de flujo de sangre por doce años. Enfrentando dolor, sufrimiento, rechazo y peor aún buscando a quién acercarse para escuchar su petición. Tiene que ser muy desesperante tener que enfrentar esta situación y no conseguir respuesta. Muchos de nosotros sinceramente “tiramos la toalla”.

Un día, esta mujer decidió dar un gran paso de fe y decidió “soltar el saco para tocar el manto”. ¡Qué impresionante decisión! Esperar al Maestro. ¿Te imaginas las cosas que sucedieron antes de formar este plan?

Cabe mencionar, que una mujer con este tipo de situaciones, era un blanco de desprecio, por ser considerada inmunda e incluso, era blanco de ser apedreada por su condición. Te aseguro que no fue nada fácil. Nosotros hoy día pensamos algo y no nos tardamos ni siquiera un segundo en tomar las llaves del auto y llegar a la esquina, o abrir la boca para hablar nuestras quejas. Créeme he sido parte muchas veces de estas acciones y aveces es un poco difícil de controlar.

Entonces vamos a ponernos en su lugar y vamos a suponer que estamos en esta situación, donde vas a buscar un milagro, pero sabes que los que te conocen te van a apedrear, te van a mover del lado y seguro que vas a perder la oportunidad de tu vida. ¡Más vale que prepares un buen plan!

La Biblia obviamente no especifica el plan, pero me gustaría pensar que yo haría si estuviera en su lugar. Segurísimo que a lo mejor no duermo esa noche. A lo mejor comienza a arroparme el temor y el llanto. A lo mejor paso la noche adornada de desespero. Ustedes activen su imaginación y piensen que haría y que plan pondría en orden para poder encontrarte con El maestro y sobretodo recibir la respuesta a un problema de doce años. No es fácil pero hay pruebas de que no fue imposible.

Cuando vemos esta historia nos damos cuenta, de que a lo mejor vio una oportunidad al saber que de seguro la gente iba a estar enfocada en Jesus y como dice la escritura que paso inadvertida (nadie se fijo en ella).

Esto me toca mucho porque cuando nos enfocamos en nosotros mismos, se nos olvidan los demás a nuestro alrededor. ¿Cuántas veces nos encontramos en esta condición y la pasamos por alto?. Me incluyo y aunque se que todos no cambiamos nuestras acciones de la noche a la mañana, si podemos pedir al Señor que nos ayude con el proceso.

Lo más impresionante para mí, de esta historia es que para ella poder recibir su milagro estuvo dispuesta a todo. Si meditamos en esta acción, vemos que ella tocó el borde del manto. Se dice que ella se acercó por detrás para tocar el manto, sin embargo sin duda alguna, ella tuvo que “arrastrarse al suelo” para poder tocar el borde. ¿Se tiró, se deslizó, se calló? ¿Cómo fue? No lo sé. Ella se encontraba, en medio de una multitud que arropaban al maestro.

Es para mi tan apasionante sentir el coraje, la decisión, la desesperación que corrió por las venas de esta gran mujer para conseguir respuesta a una petición de doce años.

Ahora bien, permíteme preguntarte; ¿Tienes milagros o situaciones, por las que estas esperando respuestas? ¿Necesitas un paso de fe para tocar el manto?

Cuando Pedro trata de dar una explicación a Jesus, de lo sucedido, las palabras claves de este milagro, son expuestas delante de toda la muchedumbre; ” Yo sé que de mí ha salido Poder”. ¡Poderoso Dios! es muy impresionante saber lo que sucede cuando decidimos dar un paso de fe y saber que el toque de El Maestro va a impactar nuestras vidas para siempre. Este paso de fe de esta mujer, no solo trajo sanidad a su vida sino que Jesus le entregó Salvación ese día. Dos en Uno.

Cuando tu decides de corazón entregarte a los pies de Jesus, El te sella para siempre. El transforma tu vida y te envía en Paz. Te da sanidad, salvación, paz y todas las herramientas para equiparte en tu nueva jornada. Siéntate a comer en la mesa con El y saborea todos los manjares que tiene preparado para ti.

Cuando tu recibes el toque del maestro el ilumina con sus manos tu vida, tu caminar, tus inquietudes. Su poder estará siempre contigo y traerá paz a tu vida.

OREMOS

Padre amado te doy gracias por tu palabra.

Te doy gracias por tu amor, paciencia y misericordia para conmigo.

Te pido perdón por mis pecados y te pido que por favor extiendas tu mano y me perdones por todos mis errores.

Ayúdame por favor a perdonar a los que me han hecho mal y amarlos tal y como tú me amas a mí.

Hoy te entrego mi corazón y te pido que me toques con tus manos de luz. Ilumina mis pasos, guíame por un camino seguro y tomado (a) de tu mano.

Te amo Jesus. Te acepto como mi salvador y te entrego hoy todo mi ser, alma, cuerpo y espíritu. 

Úsame para tu gloria.

Amen.